¿Por qué nos llamamos Agrupación Carlos Fuentealba? -
Decidimos llamarnos así, utilizando el nombre del compañero asesinado por el represor gobernador Sobisch, para rendir homenaje a su memoria. Sabemos que “usar” este nombre nos puede traer ciertos cuestionamientos desde sectores de la burocracia sindical. Pero por ello mismo lo levantamos con más orgullo que nunca.
Decidimos llamarnos así, utilizando el nombre del compañero asesinado por el represor gobernador Sobisch, para rendir homenaje a su memoria. Sabemos que “usar” este nombre nos puede traer ciertos cuestionamientos desde sectores de la burocracia sindical. Pero por ello mismo lo levantamos con más orgullo que nunca.
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Porque Carlos Fuentealba fue un luchador de toda la vida, profundamente antiburocrático, que enfrentaba en los hechos y en los dichos a la burocracia sindical de la CTERA. Porque Carlos fue asesinado en el marco de la durísima lucha neuquina de hace 2 años, aislada por la conducción nacional de Yasky y la Celeste.
Porque Carlos Fuentealba fue un luchador de toda la vida, profundamente antiburocrático, que enfrentaba en los hechos y en los dichos a la burocracia sindical de la CTERA. Porque Carlos fue asesinado en el marco de la durísima lucha neuquina de hace 2 años, aislada por la conducción nacional de Yasky y la Celeste.
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Carlos fue consecuente desde siempre entre lo que pensaba y lo que hacia. Además de ser un luchador sindical, un excelente maestro, era un militante socialista revolucionario del Nuevo MAS (pequeño detalle que los cultores de la memoria fragmentada no dicen). Su experiencia sindical la empezó en los lejanos años 90 en el gremio de la construcción, la Uocra, donde fue parte de la gloriosa lista Naranja que ganó el gremio en Neuquén junto a su amigo Alcides Christiansen. Experiencia clasista, democrática, de lucha, que para ser derrotada tuvo que ser intervenida por el menemismo, las patronales y la burocracia de Gerardo Martínez con la policía y las patotas. Esa fue la escuela sindical de Carlos, donde daba pelea por elevar la organización y la conciencia de los trabajadores. Y en ese sentido era consciente de la necesidad de organizarse, discutía todas las políticas, si estaba en contra de una decisión y se tomaba en asamblea, él iba y era una garantía de que la hacía bien.
Carlos fue consecuente desde siempre entre lo que pensaba y lo que hacia. Además de ser un luchador sindical, un excelente maestro, era un militante socialista revolucionario del Nuevo MAS (pequeño detalle que los cultores de la memoria fragmentada no dicen). Su experiencia sindical la empezó en los lejanos años 90 en el gremio de la construcción, la Uocra, donde fue parte de la gloriosa lista Naranja que ganó el gremio en Neuquén junto a su amigo Alcides Christiansen. Experiencia clasista, democrática, de lucha, que para ser derrotada tuvo que ser intervenida por el menemismo, las patronales y la burocracia de Gerardo Martínez con la policía y las patotas. Esa fue la escuela sindical de Carlos, donde daba pelea por elevar la organización y la conciencia de los trabajadores. Y en ese sentido era consciente de la necesidad de organizarse, discutía todas las políticas, si estaba en contra de una decisión y se tomaba en asamblea, él iba y era una garantía de que la hacía bien.
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Luego de eso estuvo en las movilizaciones que dirigía la coordinadora de desocupados en el año 1995. Y un ejemplo lo pinta de cuerpo entero: cuando los desocupados tomaron la Casa de Gobierno ese año, Carlos y Alcides fueron los últimos en salir ante la represión para sacar a todos los compañeros porque iba a ser una carnicería. Ahí estaban, a pesar de que no estuvieron de acuerdo con la toma. Igualito a la burocracia sindical, ¿no?
Luego de eso estuvo en las movilizaciones que dirigía la coordinadora de desocupados en el año 1995. Y un ejemplo lo pinta de cuerpo entero: cuando los desocupados tomaron la Casa de Gobierno ese año, Carlos y Alcides fueron los últimos en salir ante la represión para sacar a todos los compañeros porque iba a ser una carnicería. Ahí estaban, a pesar de que no estuvieron de acuerdo con la toma. Igualito a la burocracia sindical, ¿no?
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Y el día que lo asesinaron en la ruta el estaba ahí ayudando a los compañeros docentes a pesar de que no estaba de acuerdo con el corte en ese lugar. Pero tenía ese método de respetar a rajatabla lo decidido en una asamblea. Porque Carlos abrazó la bandera de la lucha de la clase obrera, él la aprendió junto a los andamios, y desde ese aprendizaje la llevó a las aulas, a las asambleas y a las rutas.
Y el día que lo asesinaron en la ruta el estaba ahí ayudando a los compañeros docentes a pesar de que no estaba de acuerdo con el corte en ese lugar. Pero tenía ese método de respetar a rajatabla lo decidido en una asamblea. Porque Carlos abrazó la bandera de la lucha de la clase obrera, él la aprendió junto a los andamios, y desde ese aprendizaje la llevó a las aulas, a las asambleas y a las rutas.
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Por eso nos llamamos orgullosamente Agrupación Carlos Fuentealba, porque la burocracia acostumbrada a negociar acuerdos no sabe lo que son las asambleas de base y el respeto por las decisiones de la mayoría. Por eso levantamos bien en alto la memoria de nuestro compañero. Para que no se la apropie la podrida burocracia y le quite todo su contenido de luchador docente, obrero y revolucionario. Porque compañeros como Carlos son NUESTROS MÁRTIRES, no los de ellos.
Por eso nos llamamos orgullosamente Agrupación Carlos Fuentealba, porque la burocracia acostumbrada a negociar acuerdos no sabe lo que son las asambleas de base y el respeto por las decisiones de la mayoría. Por eso levantamos bien en alto la memoria de nuestro compañero. Para que no se la apropie la podrida burocracia y le quite todo su contenido de luchador docente, obrero y revolucionario. Porque compañeros como Carlos son NUESTROS MÁRTIRES, no los de ellos.
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